Fuente: elobservador.com.uy
La octava mejor canción de toda la historia, según lo declaró la revista Rolling Stone, empieza de manera tranquila, solo con la voz de Paul McCartney y un piano. Después del
primer verso, la canción suma guitarras, coros, la batería de Ringo Starr y percusiones. Luego está la salida épica, un coro que canta: “Na, na, na/Hey Jude”, unas 18 veces, acompañado por una orquesta de 36 instrumentos. La canción tiene una duración de más de siete minutos, pero no se siente de esa manera.
Incluso para quien la escucha por primera vez, Hey Jude es inolvidable. Esta gema del rock and roll, dice su compositor, fue inspirada por el divorcio de John y Cynthia Lennon, quien murió el pasado miércoles a sus 75 años.
Resulta que “Jude” es Julian Lennon, el hijo de John y Cynthia quien tenía alrededor de 5 años cuando sus padres se divorciaron, en 1968. A McCartney se le ocurrió la idea cuando estaba haciendo un viaje “conciliador” en auto para ver a Cynthia, quien había sido desterrada del círculo interno de los Beatles cuando John conoció a Yoko Ono, quien luego se convertiría en su esposa.
“Empecé la canción con la idea de ‘Hey, Jules’, quien era Julian, ‘no lo hagas peor, toma una canción triste y mejorala’”, le confesó McCartney al periodista Howard Sounes en el libro Fab: An Intimate Life of Paul McCartney en 2011. “Hey, trata de lidiar con esta cosa terrible. Sabía que no iba a ser fácil para él. Siempre sentí lástima por los niños en los divorcios. Tenía la idea para la canción para cuando llegué allí. Lo cambié a ‘Jude’ porque pensé que sonaba mejor”.
Según contó McCartney, intentó remover a la canción de su verso más misterioso: “The movement you need is on your shoulder” (el movimiento que necesitas está sobre tu hombro). Sin embargo, Lennon no lo permitió. “Le estaba tocando la canción a John y le dije: ‘Voy a sacar eso’, y él dijo: ‘¿Por qué? Ese es el mejor verso que tiene”, contó McCartney.
El músico expresó que ha llegado a apreciar la letra que emergió como una conversación alentadora para Julian. “Tienes todos los medios para ser lo que quieras ser”, era el mensaje que quería transmitirle McCartney al niño.
La esposa escondida
Desafortunadamente, John y Cynthia Lennon no parecían tener esa capacidad de apreciar su propio potencial. Se conocieron como adolescentes en Liverpool durante la década de 1950. Cynthia era reservada y él un extrovertido. Además, John no era exactamente un buen partido.
Según Cynthia, John le pegó tras haberla visto bailando con el bajista original de los Beatles, Stu Sutcliffe, “Era un joven muy celoso en aquel entonces y tenía mucho dolor a nivel personal”, dijo Cynthia en 2005. “Quería confiar en mí y pensó que al verme bailando con un amigo suyo le estaba siendo desleal o tomando el pelo. Así que me abofeteó, pero fue solo esa vez”.
Los Lennon se casaron cuando Cynthia quedó embarazada de Julian en 1962. John, quien realizó un show en su noche de bodas, no estaba del todo entusiasmado. “Dije sí, tendremos que casarnos”, expresó John sobre el matrimonio. “No lo combatí”, agregó.
El matrimonio que un beatle no quería se convirtió en el matrimonio que los Beatles no querían. Un ídolo adolescente con una esposa y un hijo no se vería bien con los jóvenes y la existencia de Cynthia se mantuvo encubierta.
“He leído muchos libros y visto muchas películas y es como si no hubiésemos existido”, expresó Cynthia en el programa televisivo Good Morning America en 2005. “Somos como actores de reparto en su vida. Estuvimos 10 años juntos”, agregó.
Aunque John escribió Lucy in the Sky with Diamonds sobre un dibujo que Julian realizó, no era exactamente un padre amoroso.
“Nunca quise conocer la verdad sobre cómo papá era conmigo”, dijo Julian Lennon. “Hubo muchas cosas negativas dichas sobre mí. Una vez dijo que yo había salido de una botella de whisky un sábado en la noche, cosas así. Uno piensa, ¿dónde está el amor en todo eso? Paul y yo solíamos andar juntos cada tanto, más que papá y yo. Tuvimos una buena amistad y parece haber más fotografías de Paul y yo jugando juntos que fotos mías con mi padre”, agregó Julian, quien esta semana cumplirá 52 años.
Hey, John
Una vez que Ono entró en escena, el matrimonio no pudo durar. Cuando Cynthia encontró a Lennon con la artista en la casa de la familia al regresar de unas vacaciones, la historia pasó a tener el tema Hello, Goodbye como banda sonora. “Él dijo ‘hola’. Yoko no dijo ni una palabra”, contó Cynthia.
Pero la relación tensa resultó en una canción que John calificó como “obra maestra”. Es que, John, tan egoísta él, nunca pensó que Hey Jude fuera sobre Julian, sino sobre sí mismo siendo alentado para dejar a Cynthia.
“Siempre lo escuché como una canción para mí”, dijo Lennon en 1980, no mucho antes de su muerte. “Yoko había aparecido en la vuelta… Él me está diciendo: “Hey, Jude”, “Hey, John”. Subconscientemente, me estaba diciendo: “Vamos, abandóname”.
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