Julian Lennon, hijo de John Lennon y
de su primera esposa, cree que "la honestidad" fue la mejor lección
artística que le dejó su padre, un mito al que él trata de
acercarse
coleccionando objetos y recuerdos de los años que compartieron.
Julian Lennon ha visitado hoy en la galería Gustavo Bacarisas de
Gibraltar la exposición "Memorabilia", un recorrido por algunos de los
objetos personales de su legendario padre, desde una moto a fotografías,
manuscritos o postales, que ha recopilado en subastas de distintas
partes del mundo.
John Lennon abandonó a Julian, nacido en 1963, cuando tenía cinco años y el Beatle dejó a su madre, Cynthia Powell, para unirse a la artista conceptual japonesa Yoko Ono, con la que precisamente se casó en Gibraltar.
Fue un drama para aquel niño que, con el tiempo, pudo superar el rencor hacia su mítico padre.
Una de las leyendas que se exhiben en la exposición, que estará en Gibraltar hasta el próximo mes de diciembre,
recuerda las palabras en las que Cynthia Powel explicaba que, tras
divorciarse de Lennon, no le quedó mucho dinero y que por ello vendió
muchas cosas.
"Cuando empezaron a ser vendidas como recuerdos lo sentí
como una violación, pero me tuve que resignar porque estaba totalmente
arruinada", explica.
Muchos años después su hijo Julian Lennon se ha dedicado,
con el dinero que le dejó su padre, a comprar en subastas en medio mundo
todo lo que ha podido.
"Quería tener algo, comencé la colección no por si yo tenía
familia o hijos en un futuro, sino por sentirme en contacto con él", ha
contado hoy, en una entrevista con Efe, el hijo de John Lennon.
No ha sido, dice, una tarea fácil porque hay "mucha gente" que colecciona recuerdos de Lennon.
La colección, con la que quiere compartir "un pedazo de
historia" de John Lennon porque "la gente realmente no le conoce tanto",
ha salido ahora por primera vez de Liverpool,
donde está de forma permanente, para ser exhibida en Gibraltar, un
primer destino para una muestra que, según dice, quiere llevar a otros
sitios del mundo.
Con objetos valorados en más de 2,5 millones de libras esterlinas (casi tres millones de euros), la muestra destinará un 25 por ciento de sus beneficios a la fundación The White Feather,
una entidad con la que lleva a cabo proyectos en distintas partes del
mundo, desde África a Sri Lanka, con los que trata de ayudar a
"conservar la vida y mantener viva la cultura".
Su relación con Yoko Ono
Julian Lennon está a punto de lanzar, el próximo mes de junio, su nuevo disco, "Everything Changes",
un álbum en el que reconoce cierta inclinación a la introspección:
"todo lo que hago está conectado con lo que siento, con lo que sueño,
con mis experiencias de la vida y las emociones que quiero compartir".
Y lo hace, dice, "mirando hacia adelante y sin escuchar lo
que se dice", más bien harto de que la crítica musical censure y hable
de las posibles influencias de su madre. "Si me parezco es malo, si no
también, pero yo no vivo en el pasado, vivo en el presente".
Julian Lennon dice que su relación con Yoko Ono es
"correcta". "Si nos vemos, nos saludamos y tomamos un té", dice mientras
se muestra más efusivo al hablar de Sean, el hijo que su padre tuvo con
la artista japonesa: "hay mucho respeto entre nosotros", asegura.
La leyenda negra de los Beatles
No se muestra muy de acuerdo con la leyenda negra que
responsabiliza a la relación de su padre con Yoko Ono de la separación
de los Beatles.
"Había otros problemas subyacentes. Hay veces que no se
puede mantener una relación tan larga. Ellos crearon todo lo que
pudieron, pero hubo un tiempo y un lugar en aquella relación en la que
todos decidieron hacer lo que creyeron que era mejor", apunta.
Entre los objetos más destacados de la exposición figura un
manuscrito de "Hey Jude", la canción que Paul McCartney escribió para
intentar consolarle cuando su padre se marchó con Yoko Ono, un tema en
el que le aconsejaba "take a sad song and make it better" (coge una
canción triste y hazla mejor), un consejo que parece que le ha
funcionado.
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