Fuente: rockonline.com por Xavi Martínez
The Beatles “Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band”
¡Menudo tótem, el disco de La Banda del Sargento Pimienta! Piedra Roseta del long play
como objeto de consumo (a partir de su publicación y desorbitado éxito,
se asentaron las bases del
larga duración en detrimento del entrañable
sencillo a 45 a rpm), este álbum está considerado por muchos como la
primera obra de carácter conceptual de la Historia, a pesar de que, en
realidad, no lo sea del todo… aunque algo de eso sí tenga, tampoco nos
engañemos. Todo empezó cuando el creador de «Yesterday» escuchó por vez
primera el celebérrimo Pet Sounds de los Beach Boys: la
influencia de semejante obra fue tal en el Beatle que, durante un
tiempo, su única obsesión fue crear algo que estuviera a la altura de lo
concebido por Brian Wilson. Aparte del espectacular contenido sónico
del álbum de la banda de los hermanos Wilson, había algo en él que lo
hacía sonar compacto, cohesionado; como si todas las canciones tuvieran
un nexo común. Daba la impresión de que cualquiera de las tonadas del
susodicho disco no tuvieran razón de ser fuera del ámbito Pet Sounds.
Con esta premisa entre ceja y ceja el bueno de Macca propuso a Lennon,
Harrison y Starr la creación de un álbum con un hilo conductor que
aglutinara todas las composiciones, un trabajo uniforme y sin silencios,
que contara una serie de historias o vivencias a través de las
posibilidades que ofrecía la duración de un LP. Los encargados de narras
esas historias serían los músicos de una banda imaginaria (la Sgt
Pepper’s Lonely Hearts Club Band), que irían presentando a sus también
ficticios integrantes durante las diversas canciones, y en esas tonadas
se cantaría sobre diversos valores o también vivencias personales de
cada componente del combo. Finalmente, esta idea se redujo a las dos
primeras composiciones que abren la obra: el rockero tema-título que da
nombre al conjunto y «With a Little Help From My Friends», canción
cantada por el jacarandoso Ringo (en la que es presentado como Billy
Shears) mientras entona estrofas sobre las virtudes de la amistad. Aquí
termina todo, aunque se pueden apreciar remanentes de la idea original
en el reprise del tema título antes de la final y deliciosa «A Day In
The Life», en las loas al amor universal en la plomiza «Within You,
Without You» y las vivencias sobre el abandono del nido paterno en la
frágil y preciosista «She’s Leaving Home». El resto de composiciones
tiran por otros derroteros, pero eso no ha impedido que, por sufragio
popular, se aclame a la banda del Sargento Pimienta como una obra
temática en su fondo y formas.
Mucho ha ayudado también para la coronación conceptual del trabajo su
icónica y conspicua cubierta, diseñada por el artista pop Peter Blake,
una de las más afamadas y también imitadas/parodiadas del la historia de
la música popular, donde los cuatro Beatles posan como la quimérica Sgt
Pepper’s Lonely Hearts Club Band, con sus nuevos mostachos y sus trajes
de imaginería militar. ¡Y encima aparecen acompañados por ingente
cantidad de célebres amistades del ficticio cuarteto! Aleister Crowley,
Edgar Allan Poe, Bob Dylan, Marlon Brando, Marilyn Monroe, Karl Marx,
los famosísimos Beatles y un sinfín más que vale la pena descubrir
escuchando la obra e indagando en la cubierta. Como anécdota, decir que
el siempre retorcido Lennon requería la presencia del Führer en la foto
de familia… por razones obvias, se descartó la provocadora idea.
Obra referencial donde las haya. Por su importancia histórica, por su
envoltorio, por sentar las bases del LP como vehículo de expresión
total y, por supuesto, por la música contenida. Libres de las ataduras
que suponía el estar de gira, los cuatro de Liverpool tuvieron toda la
posición y tiempo para desarrollar en el estudio las ideas que hervían
en sus privilegiados cerebros, hecho que ya era palpable en obras
previas e imprescindibles como Rubber Soul o Revolver: llevaron
las posibilidades que ofrecía un estudio de grabación a su máxima
expresión, logrando armonías vocales de otro planeta y arreglos inéditos
hasta la época y, sin quererlo, abrieron las puertas para la
experimentación psicodélica que caracterizó a los alumnos mas
aventajados del rock progresivo. Tonadas pop perfectas como «Lucy In The
Sky With Diamonds», «Getting Better» o «When I’m Sixty Four» solo
pueden ser producto de unas mentes libres de ataduras y presupuestos.
Con estas premisas, no es demasiado difícil entender porqué hoy en día
ya no hay productos de este calibre.
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