Fuente: provincia.com.mx
John Lennon necesitaba ayuda. Al menos su estatua la necesitaba.
Una
imagen en bronce del famoso Beatle, asesinado hace 33 años, fue
inaugurada en un parque en La Habana hace
13 años, pero los cazadores de
recuerdos no cesaban de robarse los icónicos espejuelos circulares que
la adornaban.
Las autoridades trataron de pegarlos a la estatua, pero los vándalos simplemente los rompían.
Entonces
llegó Juan González, un trabajador agrario retirado de 95 años que vive
al otro lado de la calle. En los últimos 13 años, cuatro veces a la
semana, González llega a las 6 de la mañana para un turno de 12 horas,
luciendo un uniforme de guardia de seguridad del gobierno.
González
probablemente no oyó mucho de los Beatles en su apogeo. Él ya era un
hombre de mediana edad y el gobierno comunista entonces veía con mala
cara el rock and roll y a sus artistas de pelo largo. Poco de esa música
se escuchó en los campos de Cuba y González se mudó a la capital hace
apenas 20 años para estar con su hija, pero él dice que ahora es un fan
del Beatle.
Pese a su edad, González dice que no está
preparado para renunciar a su tarea de preservar la memoria de uno de
los grandes de la música popular, ni a conocer a personas de todos los
rincones del mundo.
“Todos los extranjeros que vienen aquí me
toman fotos, hombres y mujeres. Ellos se sientan aquí conmigo y toman
fotos. “Así que estoy en todos los países del mundo”.
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