A 34 años de su artero asesinato a manos de Mark David Chapman, hacemos un recuento de John Lennon, enfocándonos en un tema que pocas veces se toca en los diferentes textos y homenajes que año con año se le hacen: su trabajo como guitarrista.
¿Era John Lennon un
buen guitarrista? Muchos aseguran que no. Desde luego que nunca estuvo al nivel de Jimi Hendrix, Eric Clapton o Jeff Beck. El departamento de los solos de guitarra en los Beatles le correspondía a George Harrison, ya que ni él ni Paul McCartney eran tan eficientes en ese sentido. Durante la primera etapa de la Beatlemanía, el trabajo de Lennon en la guitarra fue en la rítmica, y aunque pudiera parecer que no hacía nada, hay momentos bastante complejos en la ejecución de su guitarra que no son cualquier cosa.
Por ejemplo, en uno de sus primeros éxitos, “All My Loving” podemos escuchar las veloces tripletas con las que Lennon lleva el ritmo durante toda la canción sin parar. O en “‘Til There Was You” le encontramos un ritmo bastante complicado que coquetea con el Bolero y el Jazz.
El primer solo formal que grabó John Lennon con los Beatles, fue en la canción “You Can’t Do That” el 25 de Febrero de 1964. No es el solo más deslumbrante del mundo, pero con él quedaría clara la definición que muchos años haría Lennon de su técnica: “soy un guitarrista primitivo”. Por las mismas fechas, unos cuantos días después, grabaría otro solo en su cover a “Long Tall Sally”, aunque en la mezcla final quedó un poco imperceptible, no así su sólo de guitarra de 12 cuerdas en “Every Little Thing”.
Otra muestra del ingenio guitarrista de John es la canción “I Feel Fine” en la cual, prácticamente descubrió el feedback como elemento musical cuando dejó su guitarra electroacústica recargada sobre un amplificador. El efecto le gustó tanto que lo reprodujo cuando se grabó la canción. Y bueno, ni qué decir de la figura melódica principal que, aunque se escucha sencilla, tiene su grado de dificultad ejecutarla.
“Norwegian Wood” lo comenzaba a llevar por los sonidos orientales con una frase melódica que pronto haría eco en George Harrison, quien ya se había encontrado con la música hindú y transportó la melodía de John al sitar, con lo que poco a poco comenzaban a transformar el sonido de la banda en una propuesta más interesante y revolucionaria. De igual manera uno de los riffs más reconocidos de la historia le pertenece a Lennon: “Day Tripper”.
Sin embargo, a partir de 1968 y hasta el final de su carrera, Lennon se dedicó a la experimentación con su guitarra y a crear grandes riffs plasmados en varios temas de los Beatles y en algunos de sus discos como solista.
Comenzando por el Álbum Blanco, el cual sería prácticamente un muestrario de cómo sonarían posteriormente los Beatles por separado, Lennon tiene una especie de “renacer creativo” después de los años perdido en la neblina del LSD, emerge de nueva cuenta como fuerza dominante en las composiciones y da muestras de tener una fascinación por los nuevos sonidos “duros” que ya comenzaban a gestarse a su alrededor con bandas como Led Zeppelin y Jimi Hendrix.
Esto queda de manifiesto en temas como la sensacional “Yer Blues”, en la cual según él estaba tratando de imitar a Muddy Waters, con una letra oscura, suicida, y un solo genial de su Epiphone Casino (que a partir de entonces se convertiría en su arma de batalla) con una bocina oscilatoria (misma que luego usaría Eric Clapton para el solo de “While My Guitar Gently Weeps”). Otro track del mismo calibre es “Revolution”, aunque no quedó en el disco, sino que se lanzó como lado B del sencillo “Hey Jude”. Es la canción de los Beatles que contiene más distorsión de todas, misma que se logró conectando la guitarra de John directamente en la consola de Abbey Road y subiendo el volumen al máximo para saturar los potenciómetros.
Un riff ruidoso y un grito desgarrador pretendían ser una sátira de las bandas pesadas como Led Zeppelin, a quienes entonces se calificaba como “revolucionarios”. Su letra ácida y mordaz sobre lo que Lennon pensaba de los movimientos revolucionarios de la época también fue la primera de corte político en la historia de la banda. Otros tracks de fieros riffs Lennonianos fueron “Happiness Is a Warm Gun” y su aportación de un bajo pesado y distorsionado en la larguísima (aunque al final editada) “Helter Skelter”. Por supuesto también hubo espacio para las baladas en las que John hace gala de un impecable rasgueo “Julia” y “Dear Prudence”.
Aunque en ese álbum ya habíamos tenido una muestra de su fase experimental, influenciado por Yoko Ono, otra gran muestra de la inventiva de Lennon quedó plasmada en el disco que grabó con ella Two Virgins, en el cual hace gala de sus facultades exploratorias con la guitarra, loops de cinta y la voz de Yoko, rayando por momentos en lo que varias décadas después se conocería como Noise Rock y enarbolaría de primera mano Sonic Youth.
Su siguiente álbum con los Beatles sería el soundtrack de la película Yellow Submarine, para la cual le pidieron tener listo un nuevo tema, y Lennon compuso en pocos minutos “Hey Bulldog”, con un soberbio riff que requiere de buena destreza para ser ejecutado a la perfección. Durante las sesiones de Let It Be, Lennon ya no estaba interesado en continuar con el grupo, aunque tuvo buenos aportes como “Across the Universe” en la que de nuevo hace gala de destreza para construir baladas melódicas, rubro hasta entonces monopolizado por McCartney. Ejecuta también el solo del que habría de ser el tema principal del proyecto, “Get Back” y también le ayuda a George Harrison con el solo de su tema “For You Blue”, mismo que ejecuta con una lap steel hawaiana.
En Marzo de 1969, Lennon acompañó a Yoko Ono en un “concierto vanguardista” en la universidad de Cambridge, en el cual sobre alimentaba su guitarra frente al amplificador mientras Yoko aullaba y gritaba. Los asiduos a la vanguardia y el Jazz calificaron de ridículo el ruido que profería John y los fans de los Beatles lo acusaban de haber perdido su esencia rocanrolera buscando “unirse a los snobs del arte”. Parte de la presentación se incluyó en el disco experimental de John y Yoko: Unfinished Music No 2: Life With The Lions al cual la crítica calificó como un álbum “inescuchable”.
Para la despedida de los Beatles, o sea el disco Abbey Road, Lennon se lució con dos grandes tracks que enarbolan sus efectivos riffs y solos. “Come Together”, un tema originalmente creado como tema de campaña política para Timothy Leary, el gurú de la psicodelia y el LSD que competía contra Ronald Reagan para gobernador de California. La segunda es “I Want You (She’s So Heavy)” un los tracks más densos de la historia de los Beatles, en la que reitera su obsesión malsana por Yoko Ono y hace un gran solo que tiene tintes de Jazz, ejecutado con gran maestría y destreza. Y para que quedara claro por qué eran la mejor banda del mundo, en el último track de su historia, todos los integrantes hicieron un solo en el tema “The End”. Después del solo de Ringo, los otros tres alinearon amplificadores y cada uno tomó una guitarra para hacer un “rotante” cada uno durante dos “vueltas” de la canción. En orden, primero podemos escuchar el estilo “amable” y Pop de Paul, seguido de la sofisticación y perfección técnica de George, y finalizando con la brutalidad rasposa, primitiva, de John.
Con este estilo lanzaría su segundo sencillo post-Beatle, “Cold Turkey”, una rola que cuenta su experiencia de desintoxicación de la heroína a la cual se había hecho adicto desde las grabaciones del Álbum Blanco y en la que fue ayudado por Eric Clapton quien duplicó y perfeccionó el riff creado por Lennon, quien también contribuye con varias capas de feedback.
Aunque sin duda, el mejor trabajo de John Lennon como guitarrista queda de manifiesto en su primer álbum “oficial” como solista: John Lennon/Plastic Ono Band, en el cual elige acompañarse únicamente por Klaus Voorman al bajo y Ringo Starr en la batería. John se hace cargo de todas las guitarras en el disco, producido por Phil Spector, quien sabiamente decidió no saturarlo con su famosa “pared de sonido” como solía hacerlo. Lennon verdaderamente se luce en temas como la hipnótica “Well, Well, Well”, al igual que “I Found Out” en la que duplica su riff mediante la voz. Llena de tremolo su guitarra en la pastosa “Hold On John” y se convierte en un Dylan tardío con la acústica “Working Class Hero”.
De aquí en adelante Lennon dejaría el trabajo de guitarras en manos de sus colaboradores como Clapton, Harrison o Jesse Ed Davis, aunque tendría algunos ejercicios interesantes como en “Well (Baby Please Don’t Go)” que recuerda algo de “Revolution” y “Yer Blues”, la potente “I’m Losing You” de guitarras rockeras ayudado por Rick Nielsen de Cheap Trick, y la bella acústica “Steel and Glass” que hoy en día se considera una de las mejores ejecuciones de Lennon en la guitarra.
Curiosamente la última canción grabada por John en vida fue “Walking on Thin Ice” una canción de Yoko en la que nos muestra al músico ejecutando un efectivo solo con todo ese estilo “primitivo” en su máxima expresión, una soberbia despedida de su quehacer guitarrístico. La cinta de esta grabación la llevaba Lennon en los brazos cuando Mark David Chapman le quitó la vida con cinco disparos de su revolver.
Escúchenlo y aprecien a el Lennon guitarrista con este playlist:
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