Fuente: elobservador.com.uy
Todo el mundo sabe lo adorables que podían ser los Beatles cuando
aparecían en sus entrevistas de radio y de televisión, especialmente
durante la primera ola de la
beatlemanía. En la vida real, sin embargo, a
menudo provocaban una impresión muy distinta.
El escritor Barry
Miles recuerda que cuando los Beatles se mudaron de Liverpool a Londres
en la primavera de 1963, parecían decididos a proyectar “una imagen
intimidatoria intencional”. La revista para adolescentes Boyfriend llegó
a describir a los Beatles como “unos jóvenes que daban miedo”. Cuando
no estaban sonriendo, decía la revista, “se veían malvados,
desagradables, malignos, al estilo del siglo XVIII”.
Probablemente
no debía ser fácil, en la primavera de 1963, imponerles una idea o
pedirles un favor. De todas maneras, la tarde del 14 de abril, Giorgio
Gomelsky, un promotor de rythm and blues ruso educado en Suiza, se
acercó a los Fab Tour en el estudio de televisión donde estaban grabando
su tercera aparición en el show de música pop Thank your lucky stars.
“Ey, muchachos, tienen que escuchar a esta banda camino a casa esta
noche”, les espetó. “Tienen que ir a ver a esta banda cuando terminen de
grabar el show. Está de camino. Tienen que ir”.
Estaba hablando
de los Rolling Stones. Y el momento era oportuno. Los Beatles recién
habían llegado a Londres y ellos y su entorno tenían una gran curiosidad
por averiguar que estaba pasando en la escena musical de la ciudad.
Poco
después de que los Stones empezaran su segunda entrada en el Crawdaddy
Club, en el suroeste de Londres, el bajista Bill Wyman quedó petrificado
cuando vio a esas “cuatro figuras sombrías” paradas hombro con hombro
en la audiencia, todos ellos vestidos con sacos oscuros y gorras de
cuero. “¡Mierda, son los Beatles!”, recuerda haber exclamado. Keith
Richards lo cuenta de manera similar: “Estábamos tocando en el pub,
dándole con todo, y todo el mundo lo estaba pasando fenomenal. De
repente me doy vuelta y ahí están estos cuatro tipos vestidos de negro,
parados ahí. Y yo los veo y me digo ´pero mirá quiénes están acá´”.
Impresión
El
road manager de los Beatles, Neil Aspinall, pensó que los Stones
tocaron “bastante bien” esa noche, pero que no eran mejores o peores que
una típica banda de Liverpool que tocara en The Cavern.
Los
Beatles, sin embargo, fueron más efusivos. “Me acuerdo que estaba en ese
sitio sudoroso viendo a la banda en el escenario”, recordaba Ringo
años después. “Keith y Brian… ¡guau! Ahí supe que los Stones eran
geniales. George estaba impresionado con el tremendo entusiasmo que
tenía el público. Gritaban y aullaban y bailaban arriba de las mesas”,
recordó.
Brian Jones había invitado a los Beatles y a su entorno
al populoso apartamento que los Stones compartían en la ciudad y hacia
allí se dirigieron todos después del show, sin perder el tiempo en
quedarse conversando o bebiendo en el pub. La versión más detallada de
lo que ocurrió esa noche es la de James Phelge, que vivía con Mick,
Keith y Brian en aquel entonces.
Cuando llegaron los Beatles,
Phelge dice que “se comportaban con el aire de una banda profesional.
Todos los miembros del entorno vestidos de manera similar al de ellos,
dando la impresión de que se trataba de un gran equipo”.
Algunos
en el campo de los Beatles pueden haber sentido cierta repulsión por el
estado de putrefacción que reinaba en el apartamento –los platos
apilados, los ceniceros desbordantes, la mugre acumulada– pero Phelge
dice que Paul, por lo menos “no parecía preocupado por nada. Su mirada
decía: ´Estuve aquí antes´”.
Escucharon discos toda la noche y
los miembros de cada banda compartieron sus gustos musicales. Los Stones
pusieron cinco demos que acababan de grabar en los Estudios IBC y
también les mostraron el tesoro de su colección de música
estadounidense. Fueron tomados de sorpresa, sin embargo, ante el frío
desdén con que Lennon opinó sobre uno de sus héroes, la leyenda del
blues Jimmy Reed.
El éxito
Otro gran tema
era cómo hacer dinero en el negocio de la música. Hasta ese punto,
ningún artista pop británico había sido capaz de mantener el éxito en el
largo plazo y todo el mundo pensaba que era cuestión de tiempo antes de
que la fanaticada adolescente de los Beatles saliera a buscar alguna
otra banda para idolatrar. Incluso los Beatles pensaban así. En aquel
momento estaban muy preocupados en convertir esa buena racha de éxito
popular en la mayor cantidad de dinero posible. Lo más a lo que podían
aspirar los Stones era que ellos también tuvieran su efímero reinado.
A
pesar de ser la banda más famosa de Inglaterra, los Beatles tenían
algunos motivos para sentirse vagamente incómodos en compañía de los
Stones. Como les sucedía a muchos que llegaban a la capital desde el
norte de la isla, eran muy sensibles a cualquier traza de
condescendencia por parte de sus vecinos sureños. Odiaban que se los
catalogara como “hicks” (pajueranos). Eso podría explicar por qué podían
parecer tan reservados y hasta agresivos; era una postura defensiva.
Además, los Stones la iban de londinenses con onda, obsesionados con
una manera particular de ser cool, que asociaban con la reticencia y la
seguridad en sí mismos. Por eso les divertía esa manera amigable y
bobalicona de los Beatles: ese ingenio inofensivo y esa ansiedad obvia
por agradar.
Los Stones estaban orgullosos de haber creado una
audiencia de bohemios inteligentes, en contraste con los adolescentes
histéricos que formaban la de los Beatles. Todavía no tenían un contrato
con una disquera pero estaban seguros de que eso cambiaría pronto.
Está
claro que todavía no había ninguna rivalidad entre los Beatles y los
Stones. Pero a pesar de todo lo que tenían en común, las dos bandas
deben haber reconocido que tenían algunas cualidades opuestas, también.
No
por nada en enero de 1981, cuando Mick Jagger presentó a los Beatles en
el Salón de la Fama del Rock and roll, se extendió sobre lo que sucedió
en aquel primer encuentro con los Beatles y resulta que no los veía
adorables ni cosa que se pareciera. Le impresionaron, dijo, como “un
monstruo de cuatro cabezas”.
Wow, oye siempre leo tus entradas y es la primera vez que publico, simepre hay informacion de la que nunca me enteraria si fuera no fuera por ti, me encanta tu blog, en serio!!
ResponderEliminarGracias. Procuro poner noticias fuera de lo normal y de lo típico.
ResponderEliminarUn saludo. ;-)