Fuente: efeeme.com por Xavier Valiño
No es una leyenda urbana. La grabación existe. Está acreditada a
Rainbo, aunque se trate realmente de la actriz Sissy Spacek,
protagonista de películas como
“Malas tierras”, “Carrie”,
“Desaparecido”, “Quiero ser libre”, “Cuando el río crece” o “Una
historia verdadera”. En 1968 intentaba iniciar una carrera en el mundo
de la música y editó una canción llamada ‘John, you went too far this
time’ (“John, esta vez has ido demasiado lejos”). Su título resume
perfectamente la opinión mayoritaria ante la portada del disco que John
Lennon editó junto a Yoko Ono en 1968 titulado “Unfinished music No. 1:
Two virgins”. ¿Una locura? ¿Una genialidad? ¿Una tomadura de pelo? ¿Una
boutade? ¿Había ido John demasiado lejos?
“Todo lo que me pediste, lo hice, John
Desde estrecharnos las manos hasta vivir en un submarino solar
Y eras alguien especial cuando dijiste, John,
Que habías tenido más discípulos que el hombre que era demasiado verde
Ahora contemplo con asombro esta imagen
Mi mente se retira al lugar que era antes de que llegases
Me encantan las cosas que representaste hasta ahora, John
Pero desde esa foto no creo que mi amor sea el mismo
John, te quiero
Pero esta vez has ido demasiado lejos”.
“Unfinished music” fue ideada como una serie de álbumes en
los que John Lennon y Yoko Ono documentarían su vida en común. “Two
virgins”, de 1968, inauguraría la trilogía. El segundo sería
“Life with the lions”, publicado en mayo de 1969 y grabado parcialmente
en la suite del Hospital Reina Charlotte de Londres, cuando Ono sufrió
el primer aborto durante su relación con Lennon. Para finalizar la
trilogía, editarían en noviembre de 1969 “Wedding slbum”, con el que
celebraban su boda del 20 de marzo de aquel año. Este último contenía
fotografías y dibujos de Lennon, una reproducción de su certificado de
matrimonio, una imagen de un trozo del pastel de bodas y un libreto con
reportajes de prensa sobre la pareja.
El primero de la serie, “Unfinished music No. 1: Two virgins”, había
sido el resultado de una visita de Yoko Ono a la casa de John Lennon en
Kenwood, el 19 de mayo de 1968, aprovechando que la mujer de este,
Cynthia, estaba de vacaciones. No se trató de una cita típica, ya que
pasaron la tarde-noche jugando con una máquina de cinta Brenell en el
estudio de la vivienda para crear un collage de sonido.
Mientras corrían los bucles de cinta, John iba saltando de un
instrumento a otro, grabando sonidos de piano, mellotrón, batería y
guitarra. Emplearon distorsión, reverberación y efectos de retardo, pero
también incluyeron parte de la conversación entre ellos, con Yoko
riendo, gimiendo, llorando, gritando e improvisando mientras Lennon le
respondía con diversos sonidos.
En sus dos cortes, de quince minutos cada uno y que ocupan ambas
caras, se escucha en dos momentos un disco de vinilo de setenta y ocho
revoluciones por minuto. En el primero de ellos se trata de la canción
de 1928 ‘Together’, escrita por Buddy G. DeSylva, Lew Brown y Ray
Henderson; la segunda es ‘Hushabye hushabye’, de la que se desconoce el
nombre de su compositor.
En cuanto al título el álbum, “Unfinished music No. 1: Two virgins”
(Música inacabada, número 1: Dos vírgenes), Philip Norman asegura en su
biografía de John Lennon “The life” (2008) que surgió a partir
de la sensación que la pareja tenía de ser “dos inocentes vírgenes
perdidos en un mundo enloquecido” y, también, porque después de terminar
la grabación hicieron el amor por primera vez.
El primer disco de Lennon con Yoko Ono es más conocido por su portada
que por su contenido sonoro, experimental y de difícil digestión. En
ella se puede ver un desnudo frontal completo de ambos en la parte
delantera y un desnudo trasero en la contraportada; este último también
ocuparía la portada de la revista “Rolling Stone” del 23 de noviembre de
1968. Si el logotipo del sello Apple se pudiese interpretar en algún
momento como la manzana de Eva, en esta portada John representaría a
Adán y Yoko a Eva, libres del pecado original.
Sin embargo, aunque pudiera parecer que no tuvieron ningún reparo en
posar sin ropa, lo cierto es que no fue así. Tampoco es posible obtener
el testimonio del fotógrafo… porque no lo hubo. Ambos querían
retratarse desnudos pero pensaban que sentirían demasiada vergüenza si
contrataban a un fotógrafo, así que fue John Lennon quien disparó la
cámara con el programador activado. En concreto, era Yoko Ono
quien mostraba mayores reparos, a pesar de haber rodado previamente un
corto que no tenía más que imágenes de cuatro culos (“Film No. 4″,
1967).
La imagen fue tomada a principios de octubre de 1968 en un apartamento
del número 34 de Montagu Square en Marylebone (Londres), a diez minutos
andando de la conocida calle comercial Oxford Street y situado
convenientemente cerca de los estudios Abbey Road. El piso, que
comprendía planta baja y sótano, había sido comprado por Ringo Starr y
su mujer Maureen Cox en 1965, pero solo vivieron allí durante unos pocos
meses antes de trasladarse a Weybridge, Surrey, después del nacimiento
de Zak, su primer hijo.
Al año siguiente, se trasladó a este mismo piso Paul McCartney, que
utilizó el sótano como estudio de grabación para trabajar en varias
canciones, entre ellas ‘I’m looking through you’ y ‘Eleanor Rigby’.
Después de él, lo habitaron Chas Chandler, bajista de The Animals, quien
compartió la vivienda con el entonces desconocido guitarrista Jimi
Hendrix, así como Lilian Powell, suegra de John Lennon. En junio de
1968, John y Yoko se mudaron al apartamento, donde el 18 de octubre de
aquel año serían detenidos por posesión de resina de cannabis.
Estas circunstancias hicieron que el propietario del edificio obligara a
Ringo a vender su piso debido a un uso “ilegal, improcedente e
inmoral”. Su actual propietario, Reynold D’Silva, lo compró en 2002 por
setecientos mil euros, disputándoselo al mismísimo Noel Gallagher, y hoy
lo dedica a alquiler. En 2010, Yoko Ono inauguró una placa en el
exterior que lo reconoce como edificio histórico integrante del
Patrimonio Inglés.
Para poder tomar la fotografía que acabaría en la portada de Two
Virgins, Lennon llamó a Tony Bramwell, responsable del Departamento de
Promoción en el sello Apple y en ocasiones su asistente personal, quien
acabaría escribiendo el libro “Magical mystery tours: My life with the
Beatles”. El encargo era que le acercara unas botellas de leche a su
apartamento. Al llegar, el Beatle le pidió que le colocase la exposición
apropiada a su cámara Asahi Pentax SVY y la dejase con el temporizador
puesto, dados sus conocimientos de fotografía. Bramwell la situó en un
trípode en el dormitorio, frente a la ventana y la cama.
Al día siguiente, Lennon reclamó de nuevo su presencia. Esta
vez le entregó un carrete avisándolo de que se trataba de algo
“peliagudo”. Bramwell lo llevó a la tienda de revelado advirtiéndoles
que allí podía haber material de “porno suave”. Al regresar a
por las fotos impresas, descubrió que aquello traería sus consecuencias,
ya que los empleados le comentaron su sobresalto al ver las imágenes
reveladas.
En el diseño anónimo y no acreditado que apareció en la portada que
se editó, la parte inferior de la cubierta frontal lleva una cita de
Paul McCartney: “Cuando dos grandes santos se reúnen, es una lección de
humildad. Las largas batallas para probar que era un santo”. En la parte
inferior de la parte trasera de la carátula, la leyenda ayuda a situar
el disco en una fecha y un lugar concretos: “Mayo de 1968. Hecho en la
alborozada Inglaterra”.
En 1968, los desnudos motivaron una previsible polémica. Tanto la
discográfica EMI como Capitol (los dos sellos que editaban la producción
de The Beatles a ambos lados del Atlántico), así como los propios
componentes del cuarteto de Liverpool, mostraron su preocupación por
cómo afectaría a la imagen del grupo la carátula de aquel álbum.
De hecho, cuando a Peter Brown, ejecutivo de Apple, le entregaron la
grabación y la portada, lo archivó en un cajón pensando que se trataba
de una broma. Capitol, por su parte, llegó a proponer otra portada con
una fotografía de la misma sesión en la que la pareja aparece sentada y
en la que no es posible ver nada en sus recatados desnudos, aunque John
Lennon la rechazó por parecerle que no era “lo suficientemente honesta”.
Pronto llegaron los problemas. En diversos lugares, las copias del álbum fueron confiscados tras ser tildadas de obscenas. La
fabricación del disco en la costa este de Estados Unidos se retrasó
cuando la policía de Newark, New Jersey, confiscó treinta mil carátulas
con destino a una planta de impresión en una fábrica de allí.
En Estados Unidos, Capitol se negó a fabricar o distribuir el disco y
Apple, el sello de The Beatles, tuvo que contratar a una compañía
llamada Tetragrammaton Records para hacer el trabajo. Solo lo prensaron
en vinilo, destruyéndose todas las copias hechas del cartucho de ocho
pistas [en la foto], salvo una que guardó la empleada Gloria Flores y
que fue subastada recientemente. Del mismo modo, en el Reino Unido la
distribución estuvo a cargo de Track Records, la compañía de Kit Lambert
y Chris Stamp para la que grabaron The Who o Jimi Hendrix.
Aun así, para evitar mayores problemas los distribuidores envolvieron
el álbum en una funda exterior de color marrón que cubriera la desnudez
en la portada. La parte frontal de la funda exterior marrón llevaba un
óvalo que permitía ver los rostros de John y Yoko, mientras que otro de
tamaño más pequeño situado en la parte inferior mostraba el título del
álbum.
Por su parte, la funda marrón de la contraportada tenía otro óvalo
blanco en el que se podían contemplar sus rostros mirando de espaldas a
la cámara. Además, a instancias de Derek Taylor, Jefe de Prensa de The
Beatles, se reproducía una transcripción del libro del Génesis, Capítulo
2, Versículos 21 a 25 de la Biblia. El último, el 25, resaltaba en
negrita su contenido: “Estaban los dos desnudos, el hombre y su mujer,
sin avergonzarse el uno del otro”.
El disco vendió únicamente unas veinticinco mil copias, pero John y
Yoko estaban convencidos lo que llamaron su “declaración”. Más tarde,
John aseguraría que lo que pretendía con la portada era escandalizar a
la gente, pero que a ellos les parecía “natural, ya que todos
estamos realmente desnudos. Si podemos hacer que la sociedad acepte este
tipo de cosas sin ofenderse, sin risitas, entonces estaremos logrando
nuestro propósito”. Al mismo tiempo comentaría
despreocupadamente que el alboroto tenía menos que ver con la desnudez
explícita y más que con el hecho de que la pareja era poco atractiva y
la foto poco favorecedora. Lo describió como una imagen de “dos
exadictos con un ligero sobrepeso”.
No sería la primera ni la última vez que John y Yoko posarían desnudos.
Además de varios dibujos y serigrafías que ellos mismos hicieron a
finales de los sesenta en los que aparecían sin ropa, en el póster de
“White album” de The Beatles aparece un dibujo de John Lennon y Yoko Ono
desnudos que fue censurado en su edición en los Estados Unidos, al
igual que una imagen de John Lennon semidesnudo en una cama acompañado
de Yoko Ono.
No sería la primera ni la última vez que John y Yoko posarían desnudos.
Además de varios dibujos y serigrafías que ellos mismos hicieron a
finales de los sesenta en los que aparecían sin ropa, en el póster de
“White album” de The Beatles aparece un dibujo de John Lennon y Yoko Ono
desnudos que fue censurado en su edición en los Estados Unidos, al
igual que una imagen de John Lennon semidesnudo en una cama acompañado
de Yoko Ono.
Años después, Allan Tannenbaum recreó en estudio el dormitorio de los Lennon con ambos posando desnudos. Aquella sesión fue hecha a finales de 1980, diez días antes de que Lennon fuese asesinado.
Según él, “la desnudez no era más que otra forma de expresión para
ellos. Parecían muy a gusto y se trataba más de una demostración de
ternura que una situación erótica muy cargada”. El mismo día de su
muerte, Annie Leibovitz les tomó un retrato que aparecería en la portada
de la revista Rolling Stone en su edición de 22 de enero de 1981, y en
la que se puede ver a Lennon desnudo rodeando y besando a Yoko Ono.
La portada ha sido parodiada en tres ocasiones: el álbum “Five
virgins” de The Squirrels (1986) y los singles ‘California lightening’
de Sic Alps (2004) e ‘Imagine this’ de Wax Audio (2005). Otros, en
cambio, no se lo tomaron de la misma manera. Joseph Lockwood, entonces
Director de EMI, el sello que distribuía las grabaciones de Apple, había
tenido una reunión previa a la edición del disco con Lennon, Yoko Ono y
Paul McCartney. Su amigo y compañero en The Beatles, a pesar de no
estar convencido con el disco que su compañero iba a editar, se presentó
para darle apoyo moral.
Lockwood aceptó finalmente fabricar el disco, pero no distribuirlo.
Cuando le preguntó a la pareja qué significaba la portada, Yoko Ono le
dijo que se trataba de “arte”. La respuesta de Lockwood fue algo que la
pareja nunca olvidaría y que no les sentó precisamente bien: “Debería
encontrar un par de cuerpos mejores que los vuestros para poner en la
portada. No sois nada atractivos. Paul McCartney luciría desnudo mucho
mejor que vosotros”.
QUE RIDICULAS QUE ES ESTA NOTA Y LAS DECLARACIONES 50 años despues!!!!.....JOHN ESTABA ADELANTADO 50 AÑOS A L AUTOR DE ESTA NOTA...MUY EVOLUCIONADO PARA MENTES TAN HIPOCRITAS Y MORALISTAS DE OTRA EPOCA YA MUY LEJANA...
ResponderEliminarPues esto vas y se lo cuentas a esta gente
Eliminarhttps://www.facebook.com/groups/BBAS.2011/
Me han hecho cambiar la foto de la noticia allí.
La indecencia siempre ha exitido producto de la falta del respeto propio a cada cuerpo y a la dignidad humana, con razon dicen que la mayor parte de las cosas malas provienen desde los europeos
ResponderEliminarMuy atrevido para la época pero nada más, Yoko es una mujer muy loca que no tiene talentos más que el usar el nombre de Jonh, sin respeto por un hijo o esposa en su momento pero al final también fue elección de John, pero no era perfecto!!!. Yoko sin él renombre de "viuda",no se le ve que admirar, es extravagante nada más,hoy solo ha mostrado gritos en una galería, eso será arte? Las fotos solo fueron cosa de dos amantes locos y creativos nada de que espantarse!
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