Fuente: larepublica.pe
¿Qué sería del legendario beatle si no hubiera sido asesinado
por un fanático en 1980? ¿Dónde viviría, qué cantaría, con quién se
juntaría? El escritor peruano Arturo Delgado Galimberti lo imagina en su
novela Karma instantáneo para John Lennon, construida en base a hechos
reales. Su retrato humaniza al endiosado ícono de Liverpool: lo muestra
propenso a las paradojas, al extremismo político y a la envidia.
Un día, navegando en Internet, Arturo Delgado conoció el rostro más
fiero del fanatismo. Había escrito en un foro sobre los Beatles que Paul
McCartney participó en la composición de varias canciones atribuidas
únicamente a John Lennon. Lo hizo citando la biografía oficial de
McCartney, realizada por el escritor Barry Miles.
Precisaba así que
clásicos del cuarteto británico como “Help!”, “It won’t be long” y “This
boy” fueron creados a cuatro oídos por Paul y John y no solo por este
último, como se había creído por años. Los devotos de Lennon tomaron el
comentario de Arturo como una herejía y empezaron a atacarlo a través de
mensajes anónimos.
Alguien, sumamente indignado, escribió en la bandeja
de la comunidad que todo esto resultaba injusto para Lennon y que el
autor de lo que consideraba una patraña se había ganado el título de
“Mark David Chapman del foro”. Sí, Chapman fue el hombre que disparó
cinco veces a John Lennon.
Arturo se había convertido en el asesino virtual de una leyenda del
rock solo por haber recordado que la creatividad humana tiene límites.
La “canonización” de Lennon tras su muerte había entrado a un terreno
perverso. El escritor Arturo Delgado decidió entonces concebir una
ficción que desmitificara al líder de Liverpool, considerado por muchos
como el único genio de los Beatles y como un pacifista a ultranza. La
mejor forma de hacerlo, pensó, era devolverle la vida, resucitarlo en un
libro.
Lo primero que Arturo hizo fue desempolvar los libros, discos y
películas que tenía sobre los Beatles en casa. Había sido un fetichista
del rock desde niño. Poseía la discografía completa de varias bandas. De
los británicos lo tenía todo en varios formatos: vinilo, CD, casete y
MP3. Esta investigación le permitió asentar su proyección literaria
sobre la base de hechos consumados.
Así la historia se hacía creíble.
Por ejemplo, un dato real es que Paul McCartney, ya como solista, fue
detenido en Japón en enero de 1980 por posesión ilegal de marihuana.
Había llegado allí con los Wings como parte de una gira planetaria. El
esperado concierto se canceló por un poco de yerba. En su novela,
Delgado Galimberti menciona este episodio y elucubra que un fan
indignado por el aborto del show se acercó al ex beatle en el aeropuerto
y le clavó una filuda katana en el vientre.
En esta ficción no es John
quien muere, sino Paul. Otro hecho que da verosimilitud a la novela son
los rumores que aseguraban, a fines de los setenta, que Yoko Ono tenía
una relación extramatrimonial con un artista que es hoy su pareja. En la
novela, John y Yoko se divorcian el 2000 luego de que Lennon tuviera un
sonado affaire con la actriz y modelo Halle Berry.
En este proceso literario, humanizar a Lennon pasó por mostrar sus
contradicciones. A inicios de los setenta, cuando los Beatles ya se
habían separado, el músico inició una carrera solista de la que no solía
sentirse orgulloso.
Por esos años, su ex compañero Paul, con los Wings,
sonaba más en las radios. Yoko Ono ha recordado en una entrevista a la
revista Q, en el 2005, que John a veces la levantaba a la medianoche y
le preguntaba, soñoliento: “¿Por qué (otros artistas) interpretan las
canciones de Paul y nunca las mías?”. “Porque tú eres un buen autor de
canciones, no escribes rimas facilonas”, le decía Yoko para consolarlo.
Al mismo tiempo, el ex beatle había radicalizado su posición política:
de apoyar al hippismo en los sesenta había pasado a involucrarse en
movimientos trotskistas. En una entrevista que concedió al periódico de
izquierda Red Mole jugó con la idea de que era posible utilizar métodos
no pacíficos para conseguir la revolución. Por ejemplo, respaldó al
Ejército Republicano Irlandés (IRA, por sus siglas en inglés), un grupo
que buscaba la independencia del Reino Unido a través de las armas. En
la canción “The luck of the Irish”, Lennon reclama: “¿Por qué diablos
están ahí los ingleses de todos modos?/Mientras matan con Dios de su
lado/Culpan de todo a los muchachos del IRA/Mientras los bastardos
cometen genocidio. ¡Sí! ¡Genocidio!”.
Lo peculiar del caso es que a
mediados de la década John Lennon, que había denostado al Imperio
británico, le ofreció disculpas al gobierno por haber devuelto una
medalla honorífica cuando era beatle. A la luz de esto, la figura de un
Lennon totalmente coherente es parte del mito creado tras su muerte.
El hombre que revivió a Lennon en la ficción se ha encargado de
ubicarlo en situaciones, lugares y momentos altamente probables. En la
novela de Arturo Delgado Galimberti, el ex genio británico vive solo en
el edificio Dakota, frente al Central Park de New York. Suele frecuentar
un bar exclusivo en el que suben al escenario a cantar personajes
hollywoodenses como el cineasta Woody Allen. Algunos de sus
interlocutores más frecuentes son el músico David Bowie y el
documentalista Michael Moore.
Este último le propone a Lennon participar
en un filme que cuestiona la política exterior del gobierno
estadounidense. Es el tiempo post-Torres Gemelas y se respira un
ambiente de persecución a los movimientos underground.
Pero, en el fondo, lo que más descoloca al ícono de Liverpool es la
“santificación” que se ha hecho de su fallecido amigo Paul McCartney.
Lennon ve cómo la sociedad exalta las cualidades de Paul y no valora las
suyas.
El escritor Arturo Delgado asegura que en la realidad McCartney
sufre algo parecido a lo del John de la ficción. ¿Acaso el Paul de carne
y hueso que visitó Lima el año pasado sufre en silencio por la
fatalidad de no haber muerto? Puede ser. “Todos hemos sido un poco
injustos con él”, dice Arturo. Su novela, escrita con prosa amigable,
aborda un tema usualmente soslayado por los escritores peruanos: el
fundamentalismo musical. Tampoco es para tanto. Al final, ¿quién no
necesita un dios sobre su cabeza?
no sabía que existía un libro así, es bastante interesante..y tiene mucha razón en lo que plantea, ¿qué hubiera sido Lennon, si Paul hubiera muerto? muy bueno.
ResponderEliminarLa verdad es que tiene muy buena pinta el libro. Habrá que intentar localizarlo...
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