Sorprende leer sobre las críticas que recibió
en su momento, 1971, Ram, el segundo álbum fuera de los
Beatles
de Paul McCartney. "Mediocre", "irrelevante" o "inconsecuente" fueron
algunas de las lindezas que se le dedicaron. No ayudó que Paul insistiera en
que el disco fuera firmado a medias con su mujer, Linda, que reconocía
no saber nada de música. Aquello se vio -cosas del machismo rockero- como un
capricho. Pericia musical aparte, McCartney dio una explicación que sonaba
lógica y razonable: "Estaba acostumbrado a componer solo, pero a veces me
quedaba atascado -como me pasaba antes con John [Lennon]- y Linda
cambiaba algunas palabras, alteraba un trocito aquí o allí, escribía uno o dos
versos, me daba ideas. Estábamos solos ella y yo en el estudio la mayor parte
del tiempo, ahí juntos todo el día, así que hubiera sido mezquino no acreditarla".
Ram se grabó en
Nueva York, pero su concepción fue mucho más rural, pues era la época que Linda
y Paul pasaron en su granja escocesa. De ahí la portada, en la que McCartney
sujeta a un carnero (ram) por los cuernos. No por eso suena campestre,
ni folk, salvo las alabanzas a la vida en el campo de Heart of the Country.
Es un disco de pop y rock, con algunos de los mejores temas de McCartney en
solitario, algo hoy unánimamente reconocido (la declaración de más arriba está
sacada de un libro publicado por la revista Mojo en 2000, titulado
significativamente The Mojo Collection: Los mejores álbumes de todos los
tiempos).
Pero en 1971 había mucho ruido alrededor de
Paul: él había dado el paso definitivo, demanda incluida, para romper los
Beatles, una tragedia casi planetaria, y resultó imposible que Ram fuera
evaluado sólo por sus canciones, como debía de ser.
Primero, claro, se comparó inevitablemente con
los discos de los Beatles. Injusto, claro: aunque fuera el beatle que había
tomado el liderazgo del grupo en algunos trabajos, faltaba la participación de
los otros tres, aunque algunas de las canciones de Ram (The Back Seat
of My Car o Too Many People) tal vez pudieran haber estado en un
álbum de los Fab Four.
Además, sabiendo del agrio final del grupo,
especialmente con Lennon, se buscaron referencias a sus excompañeros. Y las
hay, reconocidas por el propio McCartney. "Escribí 'too many people preaching
practices' [algo así como 'demasiada gente predicando lo que hay que hacer', en
Too Many People]. Ese era un pequeño puñal dirigido a John y Yoko.
No había nada más en el disco sobre ellos", dijo en una entrevista con Playboy
en 1984. Resentido, sólo le llevó unos meses a Lennon contraatacar con How
Do You Sleep? (de Imagine).
Si se valora Ram por su música, nos
muestra a un Paul McCartney en buena
forma, divirtiéndose en temas guitarreros como Monkberry Moon Delight, en
fantasías rocanroleras/surferas como Smile Away o en la agridulce The
Back Seat of My Car, estupenda canción compuesta en la época de Get Back
(1969), que cerraba el álbum.
La reedición que acaba de aparecer incluye un
sinfín de extras, incluido Thrillington, una revisión instrumental
publicada en 1977 bajo el seudónimo de Percy "Thrills" Thrillington. Más
jugoso es el CD con ocho temas extra, entre los que se encuentran las dos caras
del primer single que lanzó McCartney en solitario (Another Day y Oh
Woman, Oh Why, en la que se desgañita en una aparente imitación de Robert
Plant, de Led Zeppelin), y seis canciones grabadas en las sesiones
de Ram, algunas de indiscutible valía, como Little Woman Love y
su piano saltarín, la acústica instrumental-casi bossa- Sunshine Sometime
o la larga Rode All Night, una especie de continuación de Get Back.
Meses después de Ram, quién sabe si
buscando refugio en otro grupo, el matrimonio McCartney formó Wings, de gran
éxito comercial. Pero, al menos en la década de los 70, Paul no grabó otro
disco que estuviera a la altura del carnero.
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