time line (línea de tiempo) mediante el cual el visitante podrá recorrer la historia de los cuatro grandes músicos de Liverpool a lo largo de 100 metros, y husmear en paredes y vitrinas los hechos salientes de la mítica banda inglesa, desde sus comienzos en los finales de la década del 50 hasta las últimas actuaciones de Paul McCartney y Ringo Starr.
El ambicioso proyecto, que abrirá al público en los primeros días de noviembre, es del médico Ricardo Miechi, quien a los 60 años cumplirá el sueño que arrastra desde sus tiempos de juventud: “Siempre quise tener un bar Beatles. En esta idea, que tomó forma hace un año, no sólo me acompaña mi familia, sino mi amigo e historiador de la banda Ricardo Dománico. Él toca la guitarra y yo la batería, y era nuestra cuenta pendiente. Queremos compartir nuestra pasión por Los Beatles con nuestra generación pero, por sobre todo, con las nuevas, y éste será un buen motivo para conocer más la obra que dejaron”.
En la esquina de bulevar Oroño y Güemes albañiles y electricistas apuran el trabajo. Miechi apunta dónde estará el escenario “con forma de caverna, como era en The Cavern”, el lugar donde comenzaron a tocar Los Beatles. “Queremos que un par de días a la semana vengan chicos a hacer covers. Algunas noches Ricardo Dománico hablará de la historia de un álbum determinado, o sobre qué quisieron decir en la letra de una canción puntual, qué pasaba en el mundo en ese momento…”, apunta el oncólogo Miechi. Por su profesión viajó a Londres en varias oportunidades, y sus valijas siempre volvieron con mucho material, no sólo discográfico, sino de merchandising del grupo.
INTERACTIVO, NO MUSEO
“No me gusta decir que será un museo, sino algo interactivo. Para lo que se llama 'time line' contamos con 50 auriculares –cinco de ellos en inglés y otros tantos en portugués– para que se pueda caminar cien metros y hacer escala en los momentos clave de la banda. Habrá señalética y afiches que explican cada momento, vitrinas con objetos inéditos y también una tienda donde se venderán remeras y CDs. El final del recorrido desemboca en el pub, entonces si querés te quedás, y si no la visita tiene el valor de un café”, explicó Miechi.
PUB, NO RESTAURANTE
El médico subraya que el lugar está pensado como pub y no como restaurante. Su esposa, nutricionista, estará a cargo de un menú basado en la comida naturista de Linda McCartney y los alimentos Hare Krishna de George Harrison. Al costado del escenario ya lucen las réplicas de un bajo de Paul y una guitarra de George Harrison. Las paredes están cubiertas de fotografías, discos, afiches y curiosidades. En una de las salas se montó un afiche –en tamaño natural– de una de las fotos más famosas de la historia de la música: la que muestra a los Beatles cruzando un paso peatonal en la calle Abbey Road, frente a los estudios donde se grabaron casi todas sus canciones. “Allí la gente podrá sacarse una foto, estará pintado el paso de cebra para que uno se sume a esa caminata como un quinto Beatle”, apunta el propietario.
“Los Beatles ingresaron a mi vida en la adolescencia y desde entonces han sido una adicción; comencé a coleccionar y conseguir cosas de la banda y se transformó en un hobby. Por mi profesión, en cada viaje traía en mi valija cosas relacionadas con ellos, que es algo inagotable…”. Los parroquianos de Beatles Memo podrán escuchar los más de 500 long plays, 200 discos simples, 2.500 CDs del cuarteto. “Y en MP3, 8 mil temas de ellos. He podido adquirir, por ejemplo, 25 tomas de un tema, es decir toma uno, toma dos… cómo fueron elaborando la canción, cómo fueron mezclando las cintas, y eso hace que tengamos 8 mil temas con su historia… La idea es que en las pantallas del local no esté TN o el fútbol, sino recitales, reportajes y películas de Los Beatles. Contamos con centenares de horas grabadas, muchas de ellas nunca vistas en Rosario”, detalló.
EL MAYOR COLECCIONISTA
El coleccionista tiene contacto con su par Rodolfo Vázquez, “un porteño que entró en el libro Guinness de los Récords porque es el mayor coleccionista en el mundo de merchandising Beatles. Será invitado para exponer parte de su repertorio y también, al ser interactivo, todos aquellos que tengan un objeto Beatle que crean que se puede compartir lo podrán incluir. La idea es mostrar a las generaciones más jóvenes lo que fueron esos ocho o nueve años en los que Los Beatles produjeron música y moda”.
DE PELÍCULA
Miechi recuerda sus días en los 60, cuando conoció a su primera novia y luego esposa, a los 16 años, en el estreno de la película Anochecer de un día agitado, que llegó a la Argentina con el nombre comercial Yeah, Yeah, Yeah: “Hubo dos etapas en la historia de la banda.
Lo inicial fue muy rock, muy de estar enamorado de tu compañera, y luego, una etapa con los discos Revolver, Rubber Soul o Sargeant Pepper’s, con letras más elaboradas, un sentido más universal, que marcarían a la música que llegaría después. Yo en la secundaría estudiaba batería y soñaba con ser músico, pero teniendo mi padre médico…”, se excusa el impulsor del proyecto. “Mi amigo Ricardo Dománico tocaba el piano y la guitarra, y recuerdo que en nuestra adolescencia llevábamos nuestros casetes con los covers que hacíamos a los bares y nos miraban raro… ahora nos podremos dar el gusto de tocar en nuestro propio bar”, concluye a horas de materializar el sueño.
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