domingo, 20 de julio de 2014

El mito de Paul está muy vivo.

Fuente: milenio.com por Jaime Almeida

Uno de los mitos más controversiales del rock es el que dice que Paul McCartney está muerto y que desde 1966 un impostor ocupa su lugar. ¿Será verdad, o será
una leyenda urbana tejida por la imaginación popular?

Los que creen que McCartney está muerto basan su convicción en la acumulación de un gran volumen de datos supuestamente ciertos pero difíciles de comprobar. Dicen que a las cinco de la mañana del miércoles 9 de noviembre de 1966, Paul salió de una sesión de grabación del álbum Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band, abordó su automóvil Austin Healey y después se estrelló y murió. El mito supone que McCartney fue reemplazado por un doble.

Los que rechazan el mito afirman que ese accidente no pudo haber sucedido, ya que del 6 al 19 de noviembre de 1966 Paul y su novia Jane Asher estaban de vacaciones por Francia y Kenya.

La primera referencia impresa de que Paul había muerto es un artículo escrito por Tim Harper publicada en el periódico Times-Delphic, de la Universidad Drake de Iowa. Sin embargo, Harper ha dicho que él no fue la fuente original, sino que tomó los datos de lo que le dijo un amigo quien, a su vez, había oído el rumor en boca de otra persona.

El mito creció en octubre de 1969, cuando la estación de radio WKNR-FM, de Michigan, analizó canciones de Los Beatles en las que supuestamente había claves que revelaban la muerte de Paul. Entre ellas: “Revolution 9”, “Got To Get You Into My Life”, “A Day in the Life”, “She´s Leaving Home”, “Lady Madonna”, “Strawberry Fields Forever”, “I Am The Walrus”, “Don´t Pass Me By” y otras.

También la leyenda hace mención de claves gráficas que parecen aludir al asunto, sobre todo en el empaque y portadas de los álbumes Sgt. Peppers..., Magical Mystery Tour, y Abbey Road. Claro que en todos los casos se necesita imaginación para realmente ver o escuchar lo que se dice que dicen.

En tiempos recientes el mito ha sumado una grabación de audio, presuntamente realizada por George Harrison antes de su muerte, en la que se dice, además de muchos otros datos, que el gobierno inglés, preocupado por la impredecible reacción de los fans del cuarteto, decidió conspirar para ocultar el deceso de Paul y apoyar su sustitución por un doble. Con el tiempo los elementos que alimentan el mito se han multiplicado y la gente parece encontrar indicios por todas partes. Los Beatles y el mismo Paul desacreditaron inicialmente el rumor, pero luego lo estimularon incluso sembrando claves a propósito, como lo declaró John Lennon.

Los mitos tienen siempre un atractivo que a muchos les gusta más que la fría verdad. En el caso de la muerte de Paul McCartney parece que hay más interés en mantener viva la leyenda que en desmentirla.

¿Cuál es la verdad? Aún no hay datos comprobados sobre su muerte, todo son suposiciones. Lo único cierto es que Paul —o el impostor— sigue sobre los escenarios cantando y tocando el bajo como lo hiciera desde los orígenes del cuarteto, y su inspiración musical sigue mostrando las mismas características que tenía antes de su muerte supuesta.

Casos muy distintos son los de Elvis Presley y Jim Morrison, cuyos mitos apuntan en la dirección opuesta: que no murieron y están vivos. Los exploraremos en próximas entregas.

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