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1966, cuando la banda pasó de ser una propuesta desconocida a, quizás, el acto rock-pop más importante de todos los tiempos.
En exclusiva para Rolling Stone, el director dijo que para realizar el documental hará cosas como entrevistar a los Beatles sobrevivientes, Ringo Starr y Paul McCartney, y a Yoko Ono y Olivia Harrison (esposas de los difuntos John Lennon y George Harrison). "Lo más relevante para mi es poder ver el verdadero impacto que ellos tuvieron", dijo el director. Añadió que "esos seis años (1960-1966) es un dramático periodo de transformación en temas de cultura global y que, estos cuatro individuos, eran unos genios y a la vez completamente personas fiables. Esa dualidad será algo interesante que explorar".
El equipo de trabajo para dicho documental será una colaboración increible que contará con Nigel Sinclair, productor del documental de George Harrison Living in The Material World y No Direction Home de Bob Dylan. Se sumarán también los productores Brian Grazer (Apollo 13) y Scott Pascucci (George Harrison). El grupo tendrá acceso a todo el material guardado por Apple Corps que incluye material fílmico inédito, fotografías y papeles.
Bob Howard fue enfático en que con la tecnología de estos días "podemos sincronizar [el viejo material] y crear una experiencia de concierto muy profunda y envolvente. Yo creo que se van a sentir realmente en los sesentas [1960's], viendo lo que era estar ahí, sintiéndolo y escuchándolo. Y como director de cine esto es un reto fantástico".
La cinta también intentará ser una experiencia multi-generacional ya que dará seguimiento, a partir del material recolectado, a algunos niños y niñas que en aquella época vieron a The Beatles y que ahora son adultos mayores para "rastrearlos y entrevistarlos"; saber qué tan importante fue la experiencia de los Beatles en sus vidas y después preguntar a sus nietos para hacer la comparativa y ver la profundidad de este fenómeno musical y cultural sin precedentes.
El documental tiene una fecha tentativa de salida a finales del 2015 pero todo dependerá de los avances. Sin duda es un documental que vale la pena esperar, vale la pena rescatar la calidad sobre la velocidad de su grabación y edición, por eso entendemos el nervio y las agallas de Rob Howard; se trata de una oportunidad abrumadora pero increíble.
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