Fuente: unosantafe.com.ar por Mauricio Centurión
Todo comenzó en 1988, cuando Gabriel Cozzy tenía solo
doce años. Una búsqueda errónea definió lo que se convertiría hasta el
día de hoy en su pasión.
Cuando en 1988 Cozzy se encontraba en la búsqueda de lo que
formaba parte de la banda sonora de la película Depredador, y la cual
era interpretada por el cantante estadounidense Little Richard, en ese
entonces no se conseguía mucho material de este intérprete.
“Un día mi hermano me comenta que estaban pasando el tema
que yo estaba buscando, pero no era Little Richard el que lo
interpretaba, sino que era una banda llamada The Beatles. En esa época
yo no tenía ni idea y lo pedí prestado para grabarlo. De ahí nace que
ese disco que me prestan, era el Past Master, un álbum doble con todos
los simples que la banda había sacado. Y así empezó todo”, relata.
Actualmente la colección de Cozzy suma un total de 800
discos. Si bien es un aficionado y amante de todo lo relacionado con la
década de los 60, como ser Little Richard, Elvis.
Para este apasionado de la música, el mundo de los Beatles
es un mundo aparte y esto queda reflejado en la compilación de obras que
tiene de la mítica banda. “Tengo 114 discos de ellos hasta ahora”,
remarcó. A lo largo de su historia como grupo, los Beatles editaron 13
discos. “Yo tengo ediciones de todo el mundo”, agregó Cozzy.
Una búsqueda constante
El coleccionista remarcó que para poder conseguir esta
cantidad de material la búsqueda es constante, pero la existencia de
internet facilita mucho esta actividad. “En ocasiones aparecen cosas
buenas, pero a veces hay que tener paciencia. Realmente algunos son muy
caros, por lo que uno compra lo que puede”, explicó.
Una de las joyas con la cual cuenta este coleccionista y
fanático de los Beatles es un trabajo titulado Los Beatles Hot Hit, se
trata de una edición danesa. La particularidad que presenta este
disco es su color, el cual es traslucido. Solo se hicieron 350 copias de
este trabajo en el mundo y fue el único que salió en esa parte del
mundo.
Las búsquedas van acompañadas de un alto precio, al
respecto el disco más caro que este santafesino adquirió también está
vinculado a un trabajo de la banda inglesa, “El disco rojo”, del año 73.
Por este artículo, de origen japonés, debió desembolsar un total de
1.500 pesos.
La diferencia en la calidad
Al momento de comparar la calidad del sonido que existe
entre un tocadisco y los soportes actuales, el experto recalcó que la
mayoría de los aficionados no encuentra una diferencia. “Pero el vinilo
tiene un sonido con mucho más cuerpo, tanto el CD como el MP3 suenan más
metálicos y eso le saca cuerpo al sonido”, explicó.
Cozzi agregó que hasta hace poco tiempo el vinilo había
desaparecido de las estanterías de las tiendas de música. Hoy ese
elemento volvió a resurgir, para convertirse en un producto exclusivo.
En nuestro país, ninguna compañía se dedica a la fabricación de discos,
mientras que en Europa nunca se lo dejó de lado y ahora volvió con más
fuerza.
“Hubo un tiempo en que la gente los tiraba y no se
conseguía, hasta que hace un par de años empezó a resurgir. Por eso al
que le guste la buena música yo le recomiendo una buena bandeja, unos
buenos vinilos y no se va a arrepentir”, aconsejó el especialista.
Cómo elegir
Al momento de evaluar el estado del disco, una de las
primeras cosas que se tiene en cuenta es que la unidad esté en el mejor
posible. Por otra parte también están las personas que buscan las
etiquetas del centro del disco. “Mucha gente a eso no le da importancia y
esta dice todo. Un buen coleccionista busca tener las etiquetas de
todos los colores”, aclaró Cozzi.
Los discos que aparecen con el sello de difusión de venta
prohibida, que son los que regalaban las radios, son un tema aparte. Ya
que se trata de trabajos que nunca salieron a la venta en la calle, por
lo cual tienen mayor valor.
“Hace poco conseguí una figura difícil, que es la gira
mágica de los Beatles del año 67 nacional, primera edición con una
etiqueta de un color beige y tiene el sello de difusión y salió antes
que salir a la venta al publico, y esa es una de las joyas que tengo
guardadas”, relató el coleccionista.
La pasión que inició de casualidad en 1988 hoy se mantiene
intacta. “Yo voy a seguir hasta que el tiempo diga basta”, finalizó
Cozzy.
No hay comentarios:
Publicar un comentario