Fuente: elcolombiano.com
Fue la renuencia de Stuart Sutcliffe a seguir tocando el bajo lo que arrojó a Paul McCartney al instrumento de cuatro cuerdas.
Hoy,
a diez días del concierto del bajista de Los Beatles en Colombia, se
cumplen 50 años de la muerte de aquel joven que nunca pudo ser testigo
del éxito descomunal que alcanzó la banda que bautizó.
Hasta
1960, John Lennon y McCartney habían tratado de darle forma a un sueño
musical adolescente. The Quarrymen, Johnny and the Moondogs, Long John
and the Beetles y The Silver Beatles fueron algunas de las bandas que
conformaron.
Sutcliffe propuso el nombre de The Beatles, el cual
fue aceptado como una especie de homenaje a Buddy Holly y una
declaración de amor a la música beat.
El paso del bajista por la
banda fue breve. El joven era una promesa de la pintura de su generación
que accidentalmente terminó metido en la música. En Hamburgo, junto a
Liverpool la ciudad que incubó la beatlemanía, Sutcliffe anunció su
retiro.
"Debíamos buscar un bajista", recuerda Paul McCartney en
un libro de Barry Miles , "y fui elegido -o más bien debería decir
soportado- como bajista. Stuart me prestó su bajo, así que dejé el piano
y me puse de nuevo en primera fila". Corría el año 1961.
En los
recuerdos de John Lennon y Pete Best , el otro Beatle desterrado de la
magia de los años 60, quedó la noche en que rescataron a Sutcliffe. Un
grupo de buscapleitos lo golpeó hasta que Lennon y Best, el primer
baterista de la banda, intervinieron.
"Las heridas le causaron el
coágulo de sangre en el cerebro que, a la larga, acabaría con su vida",
cuenta el libro Los Beatles, día a día.
Para Stuart Sutcliffe ,
el primer bajista de la más exitosa banda de todos los tiempos, el día
señalado llegó cuando apenas tenía 21 años, el 10 de abril de 1962,
precisamente el año en el que la banda emprende ese camino meteórico
hacia la gloria de la mano del productor Brian Epstein.
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